ARGUMENTOS PARA REBAJAR PRECIOS A LOS VENDEDORES
El entorno económico
desfavorable, la incertidumbre
laboral y la restricción drástica
en la concesión de hipotecas provocan que, aunque los vendedores han rebajado
el importe de sus inmuebles, los compradores sigan teniendo dificultades para
adquirirlos, porque los bancos no
les conceden los préstamos necesarios.
Aun así,
si se tiene la suerte de poder optar a la compra de una casa, hay una serie de
pautas que pueden ayudar a conseguirla a mejor precio. Son las siguientes:
1.
Estudiar la urgencia por vender del
propietario.
La compra
de un piso es, casi siempre, el mayor desembolso económico que hará un
consumidor a lo largo de su vida, por lo que merece la pena mantener la calma, obtener toda la
información posible sobre el inmueble que se pretende adquirir, comparar
precios y estudiar las ofertas con detenimiento.
En el
caso del vendedor, su urgencia por vender viene propiciada, en general, por la
falta de liquidez o el exceso de
endeudamiento. Así, en muchas ocasiones, el propietario de la vivienda tiene
más necesidad de deshacerse de ella que el comprador de adquirirla. Es habitual que quienes
han recibido un inmueble en herencia, los separados y los divorciados tengan
más prisa por vender y, a menudo, ofrecen los precios más competitivos. En
estos casos, el cliente puede negociar de forma más fácil una rebaja, si
dispone de efectivo y es solvente o tiene acceso a la financiación.
Asimismo,
conviene revisar la oferta de viviendas de los bancos, los mayores propietarios
de inmuebles en España, los portales inmobiliarios de Internet y los anuncios
en prensa, donde se pueden encontrar grandes descuentos, ya que cuando los pisos
permanecen un tiempo sin venderse, los propietarios los rebajan. Los
rótulos "urge vender", "oportunidad" o "precio
negociable", junto a un cartel de venta de inmuebles, indican que el dueño
puede estar dispuesto a bajar el importe.
2.
Analizar la vivienda, su ubicación y el
precio de otras similares.
Un dato
que debe tomar en consideración un comprador es el coste del metro cuadrado en
la zona donde tiene intención de adquirir el inmueble. Según se desprende del
estudio realizado por el Observatorio
de Coyuntura Económica (OCE) del
Instituto Juan de Mariana, el importe medio del metro cuadrado de la vivienda
en España se situó a finales de 2012 en 2.212 euros y en 2013 en MENOS. En este
sentido, el
precio de un piso viene determinado, en gran medida, por su ubicación. De
esta forma, si la demanda de casas es menor en una determinada zona, la
dificultad para vender el inmueble es mayor, por lo que el propietario tendrá
que fijar un coste más atractivo, y para el comprador será un área interesante
en la que buscar vivienda.
Además,
el interesado en adquirirlo tiene
que visitar el inmueble que pretende comprar y conocer las prestaciones que
ofrece el lugar donde está ubicado (si está dotado de colegios, ambulatorios, comercios,
zonas deportivas y de ocio, etc.) para poder hallar una rebaja. La situación
del mercado inmobiliario ha cambiado en estos últimos años y quien vende ahora
lo hace porque lo necesita. Este dato otorga al comprador una posición
privilegiada para intentar conseguir el mejor precio posible por la vivienda.
3.
Negociar con el propietario del inmueble.
Una vez
que se ha visitado el piso, es el momento de negociar con su propietario. El
interesado tiene que hacer uso de la información que ha recogido y comentarle
al vendedor que ha visto un inmueble similar, en la misma zona o en una mejor,
a un precio más barato. Si la
negociación se realiza sin intermediarios por ambas partes, se pueden conseguir
descuentos de entre el 5% y el 30%.
El
comprador ha de tener en cuenta que, por lo general, el importe que ofrece el
dueño es superior al que en realidad espera recibir y lo incrementa porque
intuye que el interesado le solicitará una rebaja. Normalmente, los VENDEDORES SON FLEXIBLES y no ponen condiciones "innegociables", sobre todo porque saben que hay muchos pisos a la venta. Además, una negociación rápida es
efectiva tanto para el vendedor como para el que compra, ya que
cuanto más tiempo esté colgado el cartel de "Se vende", más tendrá
que bajar el propietario el precio del inmueble.
Por
ello, el interesado debe proponer el importe más bajo que haya visto por la
zona o un coste hasta un 50% inferior al de partida. Ante la previsible
negativa del vendedor, se puede ir aumentando un 5% para conseguir una rebaja
entre el 10% y el 30% del precio original.
4.
Solicitar una Nota simple de la vivienda.
El
interesado debe solicitar una Nota simple del inmueble al Registro de la
Propiedad donde esté inscrito y,
así, investigar la fecha de compra de la vivienda, si es fruto de una herencia
o si pesa alguna carga sobre ella.
Con esta
información, el
comprador dispondrá de un argumento muy valioso para negociar. Si el
inmueble tiene una hipoteca, el propietario tendrá prisa por vender y se le
puede presionar para que rebaje el precio.
5.
Realizar una tasación del inmueble.
Cuanta
más información se tenga, mejor posición negociadora se tendrá. El comprador
debe tener claro cuál es el coste que está dispuesto a pagar. En este sentido, es conveniente pedir una
valoración on line o, si el comprador está muy interesado, se puede solicitar
una tasación oficial con la que obtener el valor de mercado actual.
Es
frecuente que la tasación ofrezca un valor del inmueble entre un
10% y 20% más bajo respecto al importe al que lo pone a la venta su
propietario. Estos porcentajes tienen en cuenta factores como la ubicación de
la vivienda, sus características y las circunstancias del vendedor. Hay zonas
con escasa oferta donde el margen de rebaja es escaso, pero hay otras con muchos
inmuebles a la venta donde es más fácil lograr un abaratamiento en el precio.
6.
Hacer una oferta por la vivienda.
El
comprador debe
fijar el importe que está dispuesto a pagar y hacer una oferta que esté por
debajo del valor obtenido en la tasación. Lo más lógico es
hacerle una propuesta al vendedor con un descuento del 20% o del 25% respecto
al precio de venta. En general, en este momento, los pisos se están vendiendo
con este descuento respecto a la media del importe que solicitan los
vendedores. En este sentido, en las zonas donde hay un stock elevado de
viviendas en venta es más fácil lograr una rebaja.
Si se
dispone de dinero para abonar el piso en efectivo, será una ventaja a la hora
de negociar entre particulares, puesto que se ahorra en costes finales
adheridos.
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